La verdad es que no se de que hablar hoy. Llevo unos cuantos días un poquillo ocupado y en los próximos seguramente me tendré que marchar y lo de Internet todavía no llega a todas partes así que no podré escribir. Quién me lo iba a decir, cuando no es por tiempo es por imposibilidad de hacerlo. Como para poner como excusa aquello de la inspiración.
Estamos en Navidad, supuestamente es de lo que debería hablar. ¿En qué pensamos cuando oímos esta palabra? Lo primero que se nos viene a la cabeza son un montón de luces, algún Papá Nöel, regalos, turrón, etc. A mí, últimamente, lo primero que se me viene a la cabeza es: ¿Por qué coño cada año empieza antes la dichosa Navidad? Lo que me parece más divertido de todo esto son las informaciones de las dos semanas antes: "La mayoría ha dejado lo de los regalos para última hora y bla bla bla..." Pero cómo que para última hora, si Navidad antes era un día (o dos si cuentas Nochebuena). Es lo que tiene, ahora parece que dura un mes y medio, y ya no hablemos de la famosa Lotería navideña.
Hoy escuchando a los loteros (en realidad más loteras) que hablaban de los clientes a quienes habían vendido sus décimos mencionaban que algunos habían sido vendidos en julio o agosto. No esta mal para ser una lotería navideña, nada mal.
Podría ponerme a pronunciar el típico discurso navideño que queda tan bien sobre el consumismo y bla bla bla... Pero haré otro. Qué tiene de malo gastarse algo de dinero en regalos para las personas a las que queremos. Puede que les hagamos un favor a las grandes superficies (o a las pequeñas tiendas a las que ahora les va tan mal) pero al fin y al cabo están para eso.
Que le vamos a hacer. Yo por mi parte espero que paséis una muy feliz Navidad y que os regalen muchas cosas. Volveré para contaros si tengo algún regalo interesante.
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