Nuestra vida, es como una ruleta rusa. Pero no una ruleta rusa normal, no. Nuestro día a día es una pistola cargada con tres balas. Tenemos tres de seis opciones de ganar o perder. Sin embargo, somos nosotros quienes podemos decidir quitarnos la pistola de la cabeza y descargarla. Esto no es desistir, simplemente es no jugársela. Hay otras formas de ganar.
Hoy no escribo más.
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